La enseñanza de “La Unión en Arutam (Gran Espíritu)” es muy amplia: dietas, ayunos prolongados en todos los aspectos, curación, herbolaria, soledad, naturaleza, visión profunda, reflexión, enseñanza, guía del Maestro, forma de vida, equilibrio en la naturaleza, amor, armonía en todo, canto, percepción del misterio en la vida, percepción espontánea de Arutam, silencio, paz, fuerza, meditación, ceremonias, medicinas sagradas, rituales iniciáticos, transmisiones de poder…
Prestaré atención a uno de los métodos más efectivos, y, por lo tanto, urgentes, que existen en la actualidad, en estos tiempos de confusión que nos rodea: la ceremonia de sanación y desarrollo espiritual. Me centraré en la planta maestra que considero más apropiada según mi percepción holística: El Natem, comúnmente conocido con la palabra quichua Ayahuasca.
Siendo muy joven comencé mis estudios con el pueblo Shuar en el camino del “Uwishin”. Ahí despertó de una forma completamente conciente lo que nunca traicioné y en múltiples esfuerzos había buscado recordar por años. Más tarde, la realización maduraría hacia la maestría y, el eterno sentir de Arutam sería el sentido de una vida. Todo esto se acompañó de muchísimas influencias de mi familia Shuar, ancianos, maestros, plantas, cuidados, curación, cantos, enseñanza, rezos, poder, transmisiones iniciáticas, diferentes formas de chamanismo, espiritualidad… y, finalmente, la propia expresión única que Arutam mismo iluminó en mi ser.
Natem, según la terminología shuar, es fuerte como un tigre, arranca los preconceptos e ilusiones de la mente. Disminuye con rapidez el ego repugnante al estado real de miseria vivencial de un ser confundido. Arranca de las fauces mismas de quien nos posee, el odio y rabia de nuestra frustración, su garra dolorosa y enloquecida que nos empuja día a día en silencio.
Cierto es que Natem (Ayahuasca) también tiene unas adaptaciones necesarias que todo individuo debe asumir. En este tiempo, en estas condiciones de conquista universal, bajo constantes condicionamientos, con dolor e ignorancia, no es fácil en especial para aquellos que de verdad desean profundizar, encontrar el Espíritu o, al menos, la armonía de la salud. Pero con un buen Maestro realizado y un trabajo prolongado se puede mejorar la salud de la mente, el corazón y el cuerpo, con la auténtica furia de Arutam. La efectividad del proceso a nivel terapéutico y de desarrollo espiritual, la duración de los resultados, la facilidad para seguir creciendo solos, para continuar cuidando y cultivando lo desarrollado en la conciencia en ceremonia, etc. son pequeños detalles que destaco de su esplendor en unión con el hombre.
Contemplo este ritual como una importante parte de la curación, un completo antídoto al veneno esencial que corre por la conciencia. Aquí está esa fuerza iniciática, más que cualquier resistencia aprendida.
El concepto de ceremonia en la maestría del Chamanismo, así como enseña Arutam Ruymán, es un diseño para caminar hacia “La Unión en Arutam” más que una práctica sin poder, sin tradición, mezclas extrañas, científico-mística, religioso-conceptual, adivinación, de curanderismo vulgar o algo peor. El Chamanismo ha sido practicado en todos los tiempos de forma espontánea y, en su necesidad, de forma más ritualista o específica.
He explicado por qué me centro más en la Ayahuasca pero, en realidad, todo proceso con cualquier otra planta maestra, que sea auténtico en su guía hacia la Unión última, debe más o menos seguir estas pautas. Simplemente se adaptan según las peculiaridades de ese espíritu con el que vamos a aprender y las necesidades personales. Existen rituales chamánicos donde no se consumen plantas, diría que mi vida misma es un ritual místico y poderoso para transmitir en cada ocasión.
Extracto de la obra El Gran Canto del Chamanismo. El Camino de la Ayahuasca y el Tabaco.
El origen de Un-Natem en la tradición Shuar: el cuento de Natem y su hermano
Tabaco, texto vivo escrito de la propia mano de Arutam. Hoja sagrada emanada del tacto último de la Gran Perfección. Regalo que ilumina las tierras de nuestra amada América del norte y sur. Regalo de los espíritus del agua; arte aprendido en sueños por los ancestros y… nosotros hoy; pues yo sueño en las cascadas bebiendo su néctar y eso me entrega una vida plena de sentido. Arutam, tu presencia sagrada está en toda la existencia y las edades acomodan el flujo de tu sentir en su Gran Perfección. Tsaank (Tabaco) nos asientas en este eterno dador de vida que fluye en eterno deleite, aunque su verdadero rostro es sólo perfección, un mundo acontece que emana de ese gracia eternamente viva. Tabaco nos hace ver y profundo son los encantamientos del brujo en su unión.
Tabaco es la sangre de Arutam, cuando nuestro cuerpo la siente, inevitablemente se une en el sentir más reconocible que le ha rozado. Auténtico porque es el gran encantamiento de la vida que canta en memoria derramada en agua oscura, oscuro universo que titila en nuestra visión el lejano recuerdo abandonado, la Verdad cual sana en su tacto sagrado que retorna y toma lo que es suyo. Nuestros abuelos están en matrimonio eterno en la Vida, dentro acariciándonos en deleite. Memoria del arte de vivir, caricia sagrada hoy… ¿No vale la pena dejar la razón y su tortura mental hoy? ¿No vale la pena aguantar la pataleta de la resistencia de los espíritus oscuros, mientras la Vida toma lo que es suyo y nos inunda poco a poco en su sagrada paz? Mientras nos fundimos en un mundo infinito que es y hemos siempre sido.
Tardes ancianas que sangran una vida en el horizonte y despiertan a los seres que de noche cantan, que luz guardan e iluminan noches en belleza escondida pero que nos mira. Recuerdo titilante de plata encendida, cantas en los cielos cantas en la tierra… pero aún no son mis sueños… ¿Quizás el aroma del agua encantada que se adormece e impregna en la memoria del profundo vasto universo, entre hojas que se deshacen en confianza una última vez? Tabaco silbas pero la tarde suena y no es sólo luz de plata en mis dientes. Las notas recorren los caminos hacia el Espíritu vibrando en este bambú secado y vuelto a tensar en poderoso instrumento de cazadores. Hoja de todos los tiempos, sabio anciano Maestro, tu luz encanta este agua que el brujo levanta con sabiduría, afortunado de vivir una tarde plena, un Otoño rico bañado bajo la luz de las estrellas, mojado en sangre de los cielos, un ser mira y llora en canto que vive en los horizontes.
Cerca del río fluyen las vidas, aguas de las cumbres reptando en sagrada bruma que nos encanta la sangre en largas noches de sueños blancos, donde los tiempos nos hablan y, en una última paz, el cuerpo recuerda quién es mientras se cura.Arutam, tu presencia sagrada está en todas las cosas y esa memoria nos mantiene vivos. Memoria viva que no recuerda sino vive, palpita y respira en el mágico encantamiento que mueve mundos. Ritmo que llena de gloria y deleite una tarde que por doquier huele a Tabaco.
Suena en los cielos, desde las copas verdes, el eco vivo del tumank entre plumas: mi amado pájaro Manku, agua que cantas en los ecos de una memoria que sólo en su propia gran perfección se emociona entre plumas.
Concentración que ilumina esta claridad que nos hace compartir un momento, una edad, un resplandor que descompuesto en música de agua viva, nos entrega un mundo en el que nos asentamos en paz.
Así un cuerpo, por fin, siente sanándose en todo embriagado, trance que tensa un calambre que fluye inagotable… felicidad intensa del tacto sagrado, toma tu palacio en quien lee, en quien no abandona su corazón.
Flor del Tabaco (Tsank)
Muchas medicinas son para tiempos de paz, cultura indígena y vivencia de la tradición étnica a la cual pertenecen. Un ejemplo es nuestra amada Amanita muscaria (lamentablemente muy tóxica y no recomendable para el público), una planta maestra para el deleite, la expansión sin un mañana que nos presiona, la vida en la naturaleza, el encuentro con el éxtasis y la plenitud del bosque y sus espíritus, el amor y la claridad inocente, el poder natural… Otras, si se quiere hacer bien, como el espíritu andino del San Pedro, se deben tomar en dosis altas que posiblemente inhabilitan para seguir el curso normal de una vida actual. La expansión de conciencia asusta a los novatos y hace imposible un acercamiento más libre al chamanismo y, por lo tanto, a Arutam. A pesar de todo esto, es una elección habitual que escogen en mis ceremonias hermanos con experiencia.
Los «niñitos», nuestros honguitos, también requieren el consumo de altas dosis para llegar a esa profundidad en matrimonio sagrado con el Todo, pero el proceso se convierte en arduo debido a las influencias emocionales y las malas tendencias del pasado, un peligro agravado por su severa toxicidad. La expresión del poder es muy intensa desde el principio y para eso hay que estar preparado, la maestría llega tras un periodo de manejo del mismo y no todos llegan claros o son capaces.
La familia de los «brujos», Floripondio y demás semejantes, en especial el Wanto, planta dotada de extremo poder, capacidad de sanar, milagrosa visión y mágicos encuentros, también en dosis bajas y dependiendo de la parte, es usada como potente remedio medicinal. Mucha purificación y fuerza es requerida para ejercitarse en las prácticas antiguas correctas del Wanto entregado por el Maestro. Mucho riesgo para las mentes debilitadas y contaminadas en las ciudades. Hay muchos ejemplos e incluso estos habría que sopesarlos con todo lo bueno y milagroso que nos aportan.
Floripondio “Wanto” en el hogar de Arutam Ruymán
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