Seminario sobre Chamanismo en España: Análisis e introducción al retiro de Ayahuasca

Análisis e introducción a la Ceremonia de Ayahuasca en España, concretamente en Tenerife, San Pedro y Tabaco, a través de ceremonias tradicionales, para la sanación y despertar de la conciencia. Seminario sobre Chamanismo tradicional amazónico en Tenerife.

Ceremonias de Ayahuasca en Santa Cruz De Tenerife, España

Las ceremonias de Ayahuasca en Tenerife se realizan hace más de veinte años, habiendo creado una comunidad que a veces es honrada con la visita de Arutam Ruymán. El motivo principal por el que nos reunimos es la búsqueda de la sabiduría y el sentido de la vida, siguiendo el ejemplo de las culturas y pueblos ancestrales nativo americanos. También existe la necesidad de mejorar la salud y el bienestar psicológico, buscando muchos también, simplemente vivir la experiencia y aprender.

Sabemos que las antiguas formas de curar de los pueblos del amazonas, mantienen el principio de unión del ser humano y naturaleza, una estrecha relación unida también a la espiritualidad.

Los retiros y ceremonias con Ayahuasca en Tenerife se realizan en lugares tranquilos cerca de la naturaleza, que aún quedan en esta hermosa isla. En ocasiones, se usan plantas medicinales, dietas especiales, ayunos y plantas maestras o enteógenos como el Natem (Ayahuasca), Tabaco o San Pedro (Awacoya), siguiendo una línea pura de conocimento. La familia canaria organiza y comparte estos eventos y sacramentos cuando se usan; es maravilloso cuando ocasionalmente podemos contar con la experiencia y conocimiento de Arutam Ruymán. Muchos de nosotros hemos sido testigos aquí, en su isla natal, de su largo recorrido, entrenamiento y estudio de estas artes, por lo que confiamos plenamente en él.

Para asistir a las ceremonias es necesario una entrevista previa, en la que se informa de los requisitos y cuidados que hay que llevar unas semanas antes de las ceremonias. A veces no todas las personas se encuentran preparadas, por lo que hay que valorarlo bien y dar la oportunidad para otro tipo de acercamiento al Chamanismo.

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Tomando tabaco en la costa de Tenerife

Todos hemos experimentado un incremento notable en la salud del cuerpo, claridad, inspiración y sensibilidad en general. También hemos aprendido-recordado muchos valores humanos respecto a nuestra relación con el mundo y los demás seres que habitan en él: ecología, equilibrio, meditación, responsabilidad, etc., todo en intensos y profundos momentos que han creado un fuerte vínculo de amistad entre todos los que hemos compartido estas ceremonias.

-Samuel

¿Para quiénes son estas ceremonias? 

La mayoría de quienes participan en las mismas están buscando cambiar algo sustancial en sus vidas. Muchos regresan varias veces cuando advierten los beneficios que éstas le aportan a sus vidas cotidianas y a sus relaciones.

Son muchos los que quieren continuar con el trabajo para liberarse de los patrones y tendencias que están arraigados a causa de los condicionamientos sociales, que son la causa de tanto sufrimiento, tanto físico como espiritual.  

Las ceremonias están abiertas para cualquiera que quiera experimentar una conexión profunda con su interior, y despertar sus propias sensibilidades en la vida diaria.

Al registrarse, nos pondremos personalmente en contacto con cada participante para un examen general y para aclarar cualquier cuestión que pueda existir. Antes de la ceremonia, enviaremos toda la información necesaria en relación a los preparativos requeridos. 

La seguridad es primordial y además de la competencia de Ruymán, amasada a lo lardo de más de veinticinco años, habrá asistentes experimentados colaborando en todas las ceremonias para que pueda sentirse a salvo y poder llegar al centro de su corazón.

Retiros 

DURACIÓN

Una o dos noches

COMIDA Y ALOJAMIENTO

Las ceremonias se realizan en una casa con dormitorios y duchas en una hermosa zona agreste

TAMAÑO DE CADA GRUPO

Limitado a 20-25 personas

PRECIO

El precio cubre las expensas de la ceremonia, incluyendo la comida, los suministros y el alojamiento. Por favor, comunícate con nosotros, para más detalle, en el link de abajo.

Contacta con el organizador

Si estás interesado en asistir a una conferencia o ceremonia, por favor no dudes en enviarnos un mensaje a través del formulario ubicado más abajo. El organizador se pondrá en contacto contigo por email y puede que quiera hablar contigo por teléfono para aclarar cualquier duda.

Preguntas Frecuentes

La ceremonia de ayahuasca, enraizada en las tradiciones chamánicas del Amazonas, es un tema que despierta gran interés y muchas dudas, especialmente entre quienes se acercan por primera vez a esta práctica espiritual. Este seminario introductorio ofrece una visión educativa sobre el contexto, los símbolos y la preparación espiritual que rodean estas ceremonias ancestrales.

Las siguientes preguntas frecuentes han sido reunidas para ayudarte a comprender mejor los contenidos del seminario, su enfoque respetuoso hacia la sabiduría indígena, y cómo este espacio puede servir como primer paso hacia una exploración más consciente y reflexiva.

La seguridad debe ser una prioridad en cualquier ceremonia con ayahuasca. Esta práctica requiere la guía de un chamán con experiencia real, que comprenda el funcionamiento de las plantas maestras y los estados de conciencia expandidos. 

Antes de cada ceremonia, es aconsejable realizar una valoración personal para conocer el estado físico, mental y emocional de cada persona. La ceremonia ha de tener lugar en un entorno cuidado, preparado para ofrecer silencio, recogimiento y claridad energética.

 Quienes acompañan este proceso deben estar presentes con atención plena, y conocer cómo se manifiesta la planta en cada individuo, desde un vínculo profundo con la tradición.

El proceso con ayahuasca puede despertar emociones profundas, recuerdos antiguos o estados de apertura que necesitan ser sostenidos con respeto. La figura del maestro resulta esencial en ese contexto: una persona con verdadera experiencia, que sabe cómo acompañar sin invadir, y que puede orientar con serenidad si algo se vuelve difícil. 

A su lado, un equipo atento y formado aporta presencia, silencio y contención. No se trata de intervenir, sino de cuidar el espacio y a quienes están transitando su propio camino. Ese cuidado abarca también el entorno y al resto del grupo, que comparte la experiencia como una comunidad en transformación.

No siempre es recomendable realizar un proceso con ayahuasca mientras se está en tratamiento médico o psicológico. Hay medicamentos que pueden provocar reacciones adversas al interactuar con la planta, y ciertos estados emocionales o mentales que requieren especial atención. 

Por eso, es importante comunicar con claridad la situación personal antes de iniciar el camino. Cuando hay responsabilidad y experiencia en quienes acompañan, se evalúa cada caso con criterio, priorizando siempre la salud y el momento real de la persona.

El proceso con ayahuasca puede abrir caminos de transformación real en todos los niveles: físico, emocional, mental y espiritual. No es simplemente una experiencia intensa, sino una forma de sanar desde lo profundo, reconectando con la propia esencia. 

A menudo implica atravesar partes dolorosas: miedos, heridas o aspectos internos que solemos evitar. Pero es justamente al atravesar esas zonas con coraje, entrega y disposición sincera que se despierta algo mayor: una conexión renovada con lo sagrado, una energía vital más fuerte y una inspiración interior que guía con claridad y propósito.

La integración es una parte esencial del camino. Todo lo que se muestra durante una ceremonia con ayahuasca necesita tiempo para asentarse, para que pueda encontrar un lugar dentro de nosotros. 

No se trata de analizarlo todo, sino de permanecer receptivos, con atención, cuidando el cuerpo y la mente, y alejándonos —cuando sea posible— de estímulos que nos desconectan. La verdadera integración sucede cuando lo vivido se traduce en actos concretos: en cómo tratamos a quienes nos rodean, cómo enfrentamos nuestras tareas diarias, cómo respondemos a la vida. 

La ceremonia continúa en lo cotidiano, cuando dejamos que su enseñanza se exprese de forma sencilla y verdadera.

Las experiencias vividas en una ceremonia con ayahuasca no se cierran cuando termina la noche. En realidad, es después donde comienza una de las partes más importantes: la integración. 

Esto implica observar cómo lo que vivimos en la ceremonia se refleja luego en nuestra forma de mirar, de vincularnos, de caminar por el mundo. Mantener una alimentación cuidada, cierto silencio interior y un ritmo de vida más simple en los días posteriores ayuda a sostener la claridad alcanzada. 

Pero lo esencial es poder aplicar lo vivido al volver al trabajo, a la familia, a las decisiones cotidianas. Integrar no es comprender todo, sino permitir que la ceremonia siga obrando en nuestra vida, sin apuro y con humildad. presentes, cómo elegimos y cómo nos relacionamos con lo que somos.

El chamanismo auténtico no se improvisa. No basta con el interés o la sensibilidad espiritual. Este camino exige una entrega profunda, y solo puede abrirse de forma segura y verdadera dentro de un linaje ancestral: una transmisión viva de sabiduría que conecta generaciones de maestros, de ceremonias, de visión. 

El linaje protege, orienta y da forma a lo que, de otro modo, podría volverse un terreno confuso, incluso peligroso. Un linaje no es una estructura rígida ni un conjunto de reglas exteriores: es una corriente viva de conocimiento y experiencia, donde cada enseñanza ha sido probada en la práctica, en la selva, en el silencio, en la enfermedad, en la ceremonia.

No se trata de transmitir ideas, sino de despertar una forma de estar en el mundo: una manera de relacionarnos con nuestro espíritu, con la vida misma y con lo sagrado que nos rodea. Aprender dentro de un linaje es, también, un acto de humildad. 

Es reconocer que no todo empieza en uno, que hay caminos abiertos, recorridos con coraje y generosidad por los que vinieron antes. Y es, al mismo tiempo, asumir la responsabilidad de cuidar esa llama para que no se apague. 

Por eso, quien se acerca al chamanismo con honestidad, inevitablemente busca un linaje verdadero: porque allí late la memoria de lo real. Una ceremonia auténtica no se improvisa ni se acomoda al deseo del momento. Requiere compromiso, humildad y una actitud interior de escucha y entrega. El respeto por la tradición es lo que permite que el trabajo sea real, transformador y esté enraizado en algo más grande que uno mismo.

El Uwishin no dirige una ceremonia: la habita. Entra en un estado profundo de unión con el Todo y, desde ahí, sostiene el proceso sin imponerlo. Sus cantos no se preparan ni se repiten: emergen del momento, de su conexión viva con la fuerza del espíritu. 

A través de ellos, el Uwishin guía sin palabras, despierta la memoria dormida, llama a lo más sagrado dentro de cada uno. El canto es transmisión. No es música, es poder. Vibra en el hueso, atraviesa la mente, afina el cuerpo como un instrumento del Gran Espíritu. 

Por eso no cualquier presencia puede ocupar su lugar. El Uwishin ha recorrido un camino exigente, transmitido por generaciones, para convertirse en ese puente entre el mundo visible y el invisible. 

Solo así puede sostener con firmeza un proceso tan delicado. Su experiencia, su pureza y su entrega son lo que permiten que la ceremonia mantenga su dirección y profundidad, incluso cuando aparecen momentos difíciles.

En la tradición amazónica, la ayahuasca —conocida entre los Shuar como Natem— es considerada una planta maestra por su capacidad de revelar, sanar y transformar profundamente al ser humano. 

No se trata de una sustancia visionaria más, sino de un espíritu con inteligencia propia, que enseña desde lo más profundo del ser. Durante el proceso, Natem actúa como espejo: muestra sin adornos los condicionamientos, los engaños del ego, las emociones ocultas. Puede ser una experiencia intensa, pero justamente por eso es eficaz. 

Esta planta maestra ayuda a deshacer lo que sobra y a recordar lo esencial. Su poder no reside solo en lo que muestra, sino en lo que despierta: una fuerza vital que reorganiza, limpia, y reaviva la conexión con la dimensión espiritual de la vida. 

Por eso, en las ceremonias auténticas, guiadas por un maestro experimentado, la ayahuasca se convierte en una aliada insustituible en el camino de la sanación y del despertar de la conciencia.

En el contexto de una ceremonia tradicional con ayahuasca, el tabaco ocupa un lugar absolutamente central. No se trata de un complemento, sino de una planta maestra por derecho propio, considerada por los pueblos originarios — como los Shuar— como la sangre de Arutam, el Gran Espíritu. 

Su uso dentro de la ceremonia es sagrado: se prepara en agua y se inhala al comenzar, como umbral hacia el mundo espiritual, y al finalizar, como coronación del trabajo interior. El tabaco prepara la mente, el cuerpo y el espíritu, y afina el canal por donde fluye la energía de la visión. 

Cuando la ceremonia alcanza sus momentos más profundos, es el tabaco quien asienta, calma o potencia, según lo que se requiera. El Uwishin, el maestro, lo ofrece como rezo, como instrumento de alineación con lo divino. Y en quienes lo reciben con respeto, despierta una memoria antigua: la del alma reconociéndose parte de todo. En su esencia canta la selva. Y cuando toca la corona del que ha sido abierto por la ayahuasca, puede fundirse esa unión plena con la existencia.

Una ceremonia con ayahuasca no es, en absoluto, una experiencia recreativa. Quien se acerca buscando entretenimiento o sensaciones nuevas, se equivoca de camino y corre incluso el riesgo de hacerse daño. 

Esta planta sagrada, utilizada desde tiempos ancestrales por los pueblos originarios del Amazonas, exige respeto, preparación y guía adecuada. La ayahuasca no entretiene: revela. Muestra la verdad interior sin adornos, confronta los miedos, limpia lo que estorba y permite reencontrarse con lo más auténtico de uno mismo. 

Todo esto solo puede sostenerse en el contexto de una ceremonia verdadera, conducida por un maestro realizado, que conoce el terreno espiritual y sostiene con firmeza y entrega el proceso. Y es, sobre todo, en los momentos difíciles cuando se pone a prueba la sinceridad del buscador. 

El que viene a evadir o a jugar con lo desconocido se topará, inevitablemente, con lo que no quiere ver. Se resistirá, generará incomodidad —no solo para sí mismo, sino también para el grupo—, y se alejará del sentido profundo de la ceremonia. Pero quien se entrega con humildad y honestidad, encontrará en esos mismos desafíos la puerta hacia una transformación verdadera.